En ciclos económicos lentos bajan las inversiones, se detienen proyectos, las empresas contratan menos o reducen personal. Los expertos, sin embargo, dicen que las oportunidades están, pero hay que saber encontrarlas.
LA desaceleración de la economía chilena es un hecho ya instalado y, por lo mismo, tema de análisis diario, por sus diversas consecuencias en el consumo privado, los ingresos y, especialmente, la dinámica del mercado laboral.En los tiempos de crecimiento robusto y buenas cifras, los ejecutivos se benefician de una amplia demanda por parte de las empresas y, según los expertos, en el caso chileno, durante los años de bonanza llegaron al punto de que los profesionales más solicitados tardaban no más de dos meses, en promedio, en reubicarse. Hoy ya no es tan así, salvo excepciones, como las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC), donde la demanda por talento se ha mantenido constante.
“Hemos notado que en algunos sectores, los proyectos tecnológicos se han acelerado, principalmente, porque las empresas quieren rápidamente rentabilizar sus inversiones. Hay que recordar que cuando la economía está “resfriada”, las empresas invierten en tecnología, con el fin de ser más eficientes y bajar sus costos, generando ahorros en el largo plazo. O bien, lo hacen para aumentar sus ventas, con la implementación de plataformas de comercio electrónico”, asegura Benjamín Toselli, presidente ejecutivo de IT Hunter.
Sin embargo, a nivel global, este año se ha notado una disminución en la oferta laboral, lo que claramente es un síntoma del menor crecimiento que Chile está viviendo y cuya principal señal es el aumento del desempleo.
Por diversos factores (cierre de proyectos o a una reducción de equipos), las contrataciones se han restringido y comenzaron las desvinculaciones, a fin de poder ajustarse al nuevo escenario, afectando la oferta de puestos de trabajo, lo que ha generado consecuencias negativas en los procesos de reclutamiento.
No obstante, sigue habiendo puestos de trabajo disponibles, y lo importante es saber cómo encontrarlos.
Detectando oportunidades
Pese a la ralentización y a que un buen número de inversiones se encuentran detenidas, las empresas deben continuar operando. Según María Eugenia Miranda, gerenta general de Alfa Consulting, muchas compañías incluso aprovechan ciclos como el actual para renovar posiciones estratégicas y buscar profesionales que agreguen valor. “Por lo tanto, en el mercado existen oportunidades, pero buscarlas es un proceso más complejo, de manera que la clave está en hacer una búsqueda activa y demostrar diferenciación”, agrega.
Dichas claves, dice María Eugenia Miranda, parten por analizar las habilidades personales y potenciar los atributos, para marcar una diferencia con el resto de los candidatos. “Hoy es importante responder la siguiente pregunta: ¿cuál es mi valor agregado?”.
Otro experto, Benjamín Toselli, presidente ejecutivo de IT Hunter, recomienda abordar la situación como un verdadero trabajo, y realizar esta labor estableciendo horarios durante la semana para llevar a cabo las acciones de búsqueda laboral, tal como si se estuviera contratado por una organización. “Es decir, ahora el trabajo consiste en encontrar trabajo. Tomado así, se imprimirá un sello de mayor compromiso, metodología y dedicación a este tema, aumentando las posibilidades de éxito”, sentencia.
En estos ciclos también es como nunca importante mantener la esperanza y ser perseverantes, porque buscar trabajo en medio de una desaceleración es más complejo y los tiempos de espera aumentan, lo que puede desmotivar al profesional. Por eso, Ignacio González, gerente general de Mandomedio, recalca la relevancia de manejar la ansiedad.
“En estos tiempos de desaceleración no se puede pretender que la búsqueda resulte en un par de semanas, se debe calcular un período de por lo menos tres a seis meses. Para esto es fundamental aprovechar la oportunidad de la entrevista, aunque no la única, se debe ver como una etapa más dentro del proceso”, señala el ejecutivo.
Las claves
Consolidando recomendaciones, quien busque empleo en un período de baja actividad, además, debe considerar:
* Diversificar los rubros o áreas de interés para ampliar el campo de desarrollo profesional.
* Ser proactivos, realizar una búsqueda que vaya más allá de las ofertas publicadas en los portales laborales.
* Analizar el tipo de empresas donde se preferiría trabajar y hacer un listado de compañías y contactarlas, para evaluar si hay vacantes o saber si es posible enviar los antecedentes.
* Aprovechar al máximo las redes de contacto, enviando el CV a la mayor cantidad de amistades y conocidos.
* Trabajar el CV, enfatizando cursos o estudios asociados al área a la que se postula, destacando experiencia y logros alcanzados.
* Preparar la entrevista laboral, preocupándose de la presentación personal, llegando puntuales, dejando que el entrevistador tome la iniciativa, conociendo a la perfección la propia trayectoria laboral, con una mirada positiva, demostrando tener una visión profesional y dando referencias.
Por otro lado, para una persona que está empleada y quiere cambiarse de trabajo, los protocolos son diferentes. En esos casos, el grado de ansiedad es menor porque no existe una necesidad imperiosa, lo que es positivo en escenarios de desaceleración. El énfasis debe estar puesto, entonces, en entregar un valor diferenciador e innovador en las entrevistas.
“Esta opción va de la mano de un análisis previo de todos los pros y los contras de tal determinación, y de evaluar objetivamente todas las aristas que esta determinación conlleva, hasta llegar a la certeza de que un cambio es lo mejor, señala Ignacio González, quien añade que las variables que se tienen que analizar son la renta, distancia del hogar al trabajo, horario laboral, proyección y tipo de funciones.
Benjamín Toselli, en tanto, considera que en una coyuntura de desaceleración, los cambios se justifican cuando se está frente a una oportunidad laboral soñada, completamente alineada con los objetivos profesionales, en una compañía seria, con trayectoria y solidez y que, económicamente, es muy superior al empleo actual. “Entonces, la recomendación que hacemos es tomarla, de lo contrario, si se trata de una oferta laboral similar a lo que ya se tiene, es mejor seguir donde mismo”.
Fuente: La Tercera
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