Ocupar un puesto ejecutivo o asumir una gerencia es, sin duda, el anhelo de muchos profesionales que creen en sus capacidades para liderar con éxito una determinada área o compañía.
Para conseguir tal sueño se requieren años de esfuerzo y aprendizaje, mezclados con estudios formales y desarrollo de ciertas habilidades en el tiempo.
Sin embargo, para Benjamín Toselli, presidente ejecutivo de IT Hunter, hay ciertas cosas que una persona jamás debe olvidar al momento de lograr esa ansiada meta, pues resultan claves para obtener resultados positivos en materia de gestión.
"El hecho de alcanzar un sillón de gerente es el primer paso de una dura tarea que recién comienza. Pensar lo contrario es un grave error. Por ejemplo, es importante que el individuo sepa manejar esa mayor cuota de poder con la que cuenta en su nueva posición y no se maree con ella, es decir, que no se vea afectado por el síndrome de la gerentitis", acota el directivo.
En este sentido, Toselli entrega siete consejos a quienes, en la actualidad, se desempeñan en cargos ejecutivos o gerenciales:
1. El mayor capital radica en las personas. Todo gerente o ejecutivo debe tener claro que la mayor riqueza de una organización está en el talento humano. En ese sentido, hay que conocer muy bien a los colaboradores y estimular en ellos el potencial que poseen. Crear instancias para compartir ideas, proyectos y percepciones con el personal a cargo facilita el levantamiento de información relevante del equipo y posibilita la retroalimentación.
2. La humildad abre puertas. Como es sabido, hay muchas personas que no están acostumbradas al poder y, por ende, pueden marearse con él. Esta gerentitis o liderazgo mal entendido puede traducirse en sumar más enemigos que aliados al interior de la organización, afectando el clima laboral y, principalmente, la productividad. "Incluso estando en la cúspide de una empresa, la recomendación es saber escuchar, aceptar críticas y recibir consejos", afirma el representante de IT Hunter.
3. Trabajar en equipo crea sinergias. Pensar que el éxito de una compañía es responsabilidad de una sola persona es lo mismo que tratar de tapar el sol con un dedo. Los resultados positivos o negativos que se obtienen son la consecuencia directa de la forma en que interactúan los miembros de una organización. Cada jugador es una pieza importante, pero el desempeño del conjunto es lo que determinará finalmente el triunfo o fracaso. El todo es mayor que la suma de las partes.
4. Mirar a los proveedores como socios estratégicos. Los proveedores son una pieza clave en el eslabón que nos conducirá a lograr los objetivos fijados para nuestro negocio, por ende, deben ser tratados adecuadamente. En este sentido, hay que mirarlos como socios estratégicos, verdaderos aliados que nos apoyarán a comercializar con éxito nuestros productos o servicios entre los clientes.
5. El norte de la organización está en los clientes. Los grandes esfuerzos de una compañía o institución deben estar orientados hacia quienes consumen nuestros productos o servicios. Son ellos quienes nos dan continuidad en el tiempo. Tener una política clara y efectiva para una atención de calidad hacia los clientes es el primer cimiento que se debe instaurar.
6. Invertir permanentemente en Tecnologías. Hoy las TICs son transversales a todo negocio o mercado. Incluso cada día invaden más los hogares. Destinar recursos a adquirir tecnologías de punta que entreguen eficiencia a los procesos productivos de una organización y la hagan más competitiva es un desafío importante en la labor gerencial. Las tecnologías deben ser miradas como una inversión y no como un gasto.
7. Planificar el retiro. Tiene que ver con preparar a su sustituto. Es fundamental que el ejecutivo forme a la persona que lo reemplazará en algún momento. "Habla muy bien de un gerente cuando él prepara a uno o dos sustitutos que puedan cumplir sus funciones, al momento de dejar el cargo", afirmó Toselli.
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