IT Hunter

lunes, 4 de agosto de 2014

Síndrome post vacaciones de invierno: Claves para reintegrarse a la vida laboral.

Llegar unos días antes de la fecha de regreso al trabajo, fijar metas sencillas y alcanzables y ordenar las tareas por orden de importancia son algunos de los consejos que entregan los expertos.

SANTIAGO.- Comienza el mes de agosto y muchos chilenos se aprestan a regresar a sus lugares de trabajo, tras disfrutar de algunos días de descanso durante el invierno.

Para Cristián Pérez, consultor en ventas, marketing y logística de Randstad, "el tema de las vacaciones es tan importante para el empleado como para el empleador, debido a que influye directamente en la productividad y en la satisfacción del empleado. Por esto, desconectarse de las obligaciones laborales genera la posibilidad de cargar energía para retomar la rutina laboral y mantener una buena salud mental".

Sin embargo, el regreso al trabajo puede significar un estrés significativo en algunos casos. La directora de Laborum, María Angélica Zulic, expresa que el síndrome post vacacional "es más común de lo que se cree y se define como el estado que se produce en el trabajador al no adaptarse entre el periodo de vacaciones, la vuelta a la rutina y la vida activa".

Es por eso que Emol elaboró, junto a expertos de Trabajando.com, Randstad, Laborum, Mandomedio, IT Hunter y Adecco, una lista con los consejos más prácticos para que la vuelta a la vida laboral sea una tarea más fácil. Conócelos a continuación:

Realizar una transición antes de regresar al trabajo: Regresar del viaje de vacaciones unos días antes a la fecha marcada como retorno a la oficina para disponer de tiempo suficiente para descansar, organizar y planificar la vuelta de una forma tranquila y pausada. En este sentido, es aconsejable que la incorporación sea un día de la semana distinto al lunes para amortiguar el impacto psicológico que puede ocasionar el regreso a la oficina.

Ponerse objetivos sencillos y alcanzables: Marcarse retos de fácil alcance en la primera semana para conseguir ir tomando el ritmo de a poco. En los primeros días, se aconseja que se afronten las jornadas como un proceso de revisión del calendario de actividades anuales y gestiones pendientes de ejecución.

Priorizar labores y/o definir una lista de actividades a realizar: Cuando se intenta retomar todo de una vez, las personas podrían verse abrumadas y, por tanto, perder el foco. Para los primeros días, lo mejor es realizar funciones rutinarias como contestar correos electrónicos pendientes, devolver llamados y ponerse al día con las noticias de la empresa.

Tener una actitud positiva: Lo esencial es llegar con energía y optimismo, pensando que el trabajo es la fuente fundamental para generar los recursos necesarios que le permitirán compartir con sus seres queridos las próximas vacaciones. Además, esto ayudará a volver más agradable el reencuentro con el trabajo, con la jefatura y los compañeros, quienes finalmente contribuirán en el proceso de adaptación.

Comunicación fluida con el grupo: El primer o segundo día es preciso mantener una reunión informal con los compañeros de trabajo para que informen de lo acontecido durante la ausencia. Esta primera toma de contacto posibilitará conocer de inmediato y de primera mano los temas más urgentes.

En general, "es importante proporcionar y entender de que hay un tiempo de adaptación a la rutina laboral. Estamos de acuerdo que volver al trabajo después de unas merecidas vacaciones no es un escenario atractivo para nadie, pero es más fácil cuando las empresas se preocupan de que el cambio no sea tan brusco", sostiene el gerente general de Trabajando.com, Álvaro Vargas.

Vacaciones de invierno en alza
Según una encuesta realizada por Trabajando.com en el mes de junio, el 66% de los trabajadores iba a pedir vacaciones en su empresa; de los cuales el 56% tomaría una semana y el 24% 14 días.

Ignacio González, gerente general de Mandomedio, indica que "esta tendencia aumenta año tras año y que el grupo está compuesto, generalmente, por madres y padres de niños y adolescentes que optan por acompañarlos en sus vacaciones escolares y universitarias, aprovechando panoramas de invierno y paquetes turísticos con precios convenientes".

"Nuestra sugerencia para quienes están insertos en el mundo laboral es que en el verano puedan tomarse sólo dos semanas de vacaciones y que guarden la tercera semana para que coincida con las vacaciones de invierno de los hijos o la puedan distribuir durante el año, de manera inteligente, con el objeto de sacar el máximo de provecho a los fines de semana largos que hay en el año", recomienda Benjamín Toselli, presidente ejecutivo de IT Hunter.

Fuente: Emol

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