Respecto a la posibilidad de emprender, se sostiene que dicha edad es un buen momento para hacerlo si es que la persona tiene inquietudes de transformarse en empresario y apostar por el camino de la independencia.
Perder el trabajo después de los 50 años, puede
significar un gran problema para quienes deben competir por reinsertarse
en el mundo laboral con personas que están comenzando su carrera.
Muchos se angustian pensando que ninguna empresa estará dispuesta a
contratarlos a esa edad. Sin embargo, hay compañías que están optando
por este segmento etario debido a la experiencia y responsabilidad que
poseen estos trabajadores.
Si usted está por cumplir 50 años o ya traspasó las
cinco décadas, seguramente se ha formulado- en más de una oportunidad-
interrogantes como ¿es tarde para iniciar un emprendimiento?, ¿las
empresas requieren todavía de la experiencia?, ¿son valoradas las
canas o "heridas de guerra"?,¿es hora de pensar en el retiro o aún
existe mucho que aportar?
Y son, justamente, estas inquietudes las que la consultora IT Hunter
quiere ayudarle a resolver, pues cada día que pasa la masa laboral en
Chile está más cerca de esa frontera de tiempo, existiendo mayor
incertidumbre entre las personas respecto a cómo será su futuro laboral.
“Pasar la barrera de los 50 años es para muchas personas
una etapa de sentimientos encontrados, en donde no sólo evalúan lo que
han realizado en términos profesionales sino que también otros aspectos
ligados a su vida personal y familiar”, afirma Benjamín Toselli,
presidente ejecutivo de esta firma busca talentos.
El directivo agrega, que es clave que los individuos
vean en sus años de experiencia un activo de gran valor para mantenerse
vigentes y definir sus proyecciones en el mercado del trabajo.
“Un profesional o ejecutivo de esa edad debe ser mirado
como un verdadero aporte en las organizaciones, pues es mucho lo que
puede entregar al desarrollo y crecimiento de ella, así como a las
nuevas generaciones. No hay que olvidar que las “canas” o “heridas de
Guerra”, muchas veces, entregan la sabiduría y visión estratégica
necesarias para afrontar de mejor manera los problemas, analizar el
entorno y tomar decisiones acertadas que, de otra manera, sería difícil
de adquirir”, comenta.
Asimismo, Toselli señala que a esa altura la persona está en un punto de inflexión en su carrera.
“Si es ejecutivo, no debiera tener problemas para seguir
con una posición de gerente. Hoy las canas son bien valoradas, pero no
está de más preguntarse ¿por qué no aplicar mi experiencia en mi propia
empresa? Si es profesional, en tanto, debe preguntarse ¿dónde quiero
estar en 10 años más? ¿quiero ser gerente o emprendedor? Si quiero ser
gerente ¿tengo la formación adecuada para ello o siempre seré un buen
especialista? Los 50 es un buen momento para tomar decisiones respecto a
lo que resta de vida profesional y para asegurar su futuro. Los 50 de
hoy son los 40 de antes, en donde la persona tiene mucha energía aun,
sumado a una mayor experiencia”.
EMPRENDER A ESA EDAD
Respecto a la posibilidad de emprender, el experto
sostiene que dicha edad es un buen momento para hacerlo si es que la
persona tiene inquietudes de transformarse en empresario y apostar por
el camino de la independencia. En este sentido, una posibilidad es
dedicarse, por ejemplo, a prestar servicios de consultoría, aprovechando
la amplia experiencia que se posee.
“Otra modalidad de emprendimiento que hay que
considerar, y que se está dando hace un par de años en algunas PYMES del
país, consiste en que éstas están atrayendo a profesionales de vasta
experiencia a cambio de cederles un porcentaje de participación en su
propiedad”, manifiesta Toselli.
El profesional explica que lo anterior, si bien no es
algo generalizado, constituye una tendencia que aumenta lentamente
motivada por el hecho que algunas organizaciones más pequeñas- al no
estar en condiciones de ofrecer el mismo nivel de renta que las grandes y
conscientes de la necesidad de profesionalizar su gestión- entregan
parte de su dominio como una forma de reclutar a dichos ejecutivos.
“Entonces, un camino para compensar esa brecha salarial
que se produce es ofreciéndoles, además, la opción de ser dueños de una
parte de la organización que los quiere reclutar. Esta participación
puede oscilar entre un 3% y 5%, pero podría llegar hasta un 10% en
algunos casos”, asevera.
No obstante, recalca que esta fórmula es ideal para
profesionales que tengan un claro espíritu emprendedor, pues en las
pymes ellas no encontrarán las mismas facilidades, recursos,
infraestructura y apoyo (espaldas) que en una gran corporación.
“Por lo tanto, se requiere de personas con mentalidad
visionaria que inyecten mucho trabajo y energía para hacerlas crecer en
el tiempo, impulsando proyectos de internacionalización mediante las
redes de contactos que tengan tanto en Chile como en el extranjero. De
no poseer esas características, lo anterior podría traducirse en una experiencia negativa para esos individuos”.
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