IT Hunter

lunes, 25 de agosto de 2014

Dominio del inglés se traduce en sueldos hasta 30% más altos.

Al manejar este segundo idioma, un trabajador está en condiciones de postular a cargos mejor remunerados, formar parte de una compañía multinacional y desarrollar su carrera profesional en el extranjero, entre otras oportunidades.

Hablar, leer y escribir en inglés fluidamente es una gran ventaja al momento de postular a un trabajo que así lo requiera. A la vez, permite que una persona acceda a cargos cuyos sueldos son, por lo general, hasta 30% más altos que aquellos que no necesitan de una segunda lengua. Y como si esto fuera poco, brinda la posibilidad de integrarse a una multinacional e incluso hacer carrera profesional en el extranjero.

Y es que de acuerdo a la experiencia de la consultora IT Hunter- firma dedicada a la búsqueda y selección de talentos TI- cada vez es más común que las organizaciones que operan en Chile busquen a profesionales bilingües.

“La globalización de los mercados y el hecho que el inglés sea el idioma de los negocios y de las tecnologías, se traduce en que muchas compañías que son multinacionales o quieren proyectar su negocio en el exterior contraten a colaboradores que cuenten con esa capacidad”, explica Benjamín Toselli, presidente ejecutivo de esa firma cazatalentos.

Asimismo, el directivo señala que en algunos casos resulta más útil manejar esa lengua que poseer un MBA o magíster.

“Sin duda, es una habilidad que conviene desarrollar porque, en la práctica, vemos como consultora que el inglés abre muchas puertas en el mundo laboral. Es por lo anterior que siempre hemos aconsejado a los jóvenes, y a aquellos profesionales que están en condiciones de hacerlo, que inviertan en aprender ese idioma- idealmente haciendo un curso en el extranjero- como una forma de practicarlo las 24 horas del día. Para los que deciden estudiar en Chile, el mercado local cuenta con varias alternativas en donde se enseña esa lengua”, añade Toselli.

Como recomendaciones generales, el ejecutivo de IT Hunter menciona que si la persona carece de un dominio fluido del inglés, lo ideal es que no postule a un trabajo en donde cumplir con ese requisito sea fundamental; asimismo, en el currículum se debe poner siempre el nivel real de manejo que se tenga del idioma y no mentir, pues cuando llegue el momento de entrevistar al candidato, la conversación se hará en inglés; finalmente, y en caso que el individuo no tenga claridad sobre si primero perfecciona el inglés o hace un postgrado, el consejo de Toselli es invertir directamente en ese idioma.   

Fuentes:
Publimetro 

jueves, 21 de agosto de 2014

7 consejos para usar bien las redes sociales si está buscando trabajo.

Plataformas como LinkedIn y Facebook pueden ser de gran ayuda en esta materia, pero hay que tener cuidado con algunos errores que podrían afectar el objetivo de encontrar pega.

La tecnología y, es especial, las redes sociales han facilitado enormemente en la actualidad la tarea de buscar trabajo. Plataformas como LinkedIn y Facebook, por ejemplo, son ampliamente usados para informar sobre la oferta de algún empleo, para dar a conocer que se está en la búsqueda de trabajo o para publicar el currículo.
Benjamín Toselli, presidente ejecutivo de IT Hunter (consultora especialista en la búsqueda y selección de talentos para cargos claves en las áreas de Tecnologías de Información y Comunicaciones), afirmó que “la red profesional LinkedIn, por ejemplo, permite a una compañía buscar candidatos para una posición determinada y acceder a su historial laboral, actuando como una verdadera vitrina para profesionales y ejecutivos que buscan nuevos horizontes”.
Sin embargo, muchas veces las personas incurren en algunos errores que afectan el objetivo final.
Es por eso que Toselli entregó 7 consejos para obtener el máximo de beneficios de las redes sociales.
Cuidar el tenor de los comentarios y fotos que se publiquen. Jamás se deben emitir juicios discriminatorios o despectivos contra una o más personas, grupo, organización, etc. Los ataques e insultos hablan mal del individuo que los emite y es poco lo que aportan. Asimismo, si ya se cuenta con trabajo hay que manejarse con cierta delicadeza y evitar la publicación de frases como, por ejemplo, “Estoy en el mercado” o “Busco nuevos horizontes laborales”, pues en vez de ayudar podrían ocasionar problemas con el empleador actual. Paralelamente, no se debe difundir cualquier tipo de fotografía en las redes sociales. Es por ello que el llamado es a cuidar las formas y usar el criterio al momento de compartir una o más imágenes.
Aprovechar las redes de las personas con las que se está en contacto. Hay que recordar que cada persona con la cual uno está conectado en estas plataformas posee, a su vez, su propia red de contactos, sean individuos o empresas, y así sucesivamente. Por ende, acceder a esas nuevas conexiones aumenta las posibilidades de un sujeto de darse a conocer y enterarse de las nuevas oportunidades laborales.
Entregar datos que sean reales. Si se está publicando información laboral es importante que los antecedentes se ajusten a la verdad. Cualquier mentira puede ser detectada fácilmente a lo largo de un proceso de selección.
Incluir todo el historial laboral, sin ocultar ninguna empresa en la que se haya trabajado. La omisión voluntaria de un trabajo anterior puede poner en peligro la credibilidad del postulante y en riesgo el proceso en el que está participando.
Respecto de los cargos ocupados, hay que hacer mención a las responsabilidades, logros y duración en ellos. Para conocer en detalle el potencial de una persona y su experiencia en una materia determinada es fundamental saber qué tareas realizó en cada uno de sus puestos, los objetivos fijados, los resultados obtenidos, si tuvo o no personas a su cargo y el número de ellas, el tiempo que duró en cada trabajo, etc.
Disponer de personas que puedan entregar referencias laborales de uno. Siempre es recomendable que un postulante disponga de un listado de personas que puedan entregar referencias acerca de su desempeño en trabajos anteriores. No contar con ella, genera dudas.
Realizar actualizaciones del perfil cuando sea necesario. Para que un perfil laboral en las redes sociales sea efectivo es importante que los antecedentes que contenga estén vigentes al momento de postular a un trabajo.

Fuente: La Nación

lunes, 4 de agosto de 2014

Síndrome post vacaciones de invierno: Claves para reintegrarse a la vida laboral.

Llegar unos días antes de la fecha de regreso al trabajo, fijar metas sencillas y alcanzables y ordenar las tareas por orden de importancia son algunos de los consejos que entregan los expertos.

SANTIAGO.- Comienza el mes de agosto y muchos chilenos se aprestan a regresar a sus lugares de trabajo, tras disfrutar de algunos días de descanso durante el invierno.

Para Cristián Pérez, consultor en ventas, marketing y logística de Randstad, "el tema de las vacaciones es tan importante para el empleado como para el empleador, debido a que influye directamente en la productividad y en la satisfacción del empleado. Por esto, desconectarse de las obligaciones laborales genera la posibilidad de cargar energía para retomar la rutina laboral y mantener una buena salud mental".

Sin embargo, el regreso al trabajo puede significar un estrés significativo en algunos casos. La directora de Laborum, María Angélica Zulic, expresa que el síndrome post vacacional "es más común de lo que se cree y se define como el estado que se produce en el trabajador al no adaptarse entre el periodo de vacaciones, la vuelta a la rutina y la vida activa".

Es por eso que Emol elaboró, junto a expertos de Trabajando.com, Randstad, Laborum, Mandomedio, IT Hunter y Adecco, una lista con los consejos más prácticos para que la vuelta a la vida laboral sea una tarea más fácil. Conócelos a continuación:

Realizar una transición antes de regresar al trabajo: Regresar del viaje de vacaciones unos días antes a la fecha marcada como retorno a la oficina para disponer de tiempo suficiente para descansar, organizar y planificar la vuelta de una forma tranquila y pausada. En este sentido, es aconsejable que la incorporación sea un día de la semana distinto al lunes para amortiguar el impacto psicológico que puede ocasionar el regreso a la oficina.

Ponerse objetivos sencillos y alcanzables: Marcarse retos de fácil alcance en la primera semana para conseguir ir tomando el ritmo de a poco. En los primeros días, se aconseja que se afronten las jornadas como un proceso de revisión del calendario de actividades anuales y gestiones pendientes de ejecución.

Priorizar labores y/o definir una lista de actividades a realizar: Cuando se intenta retomar todo de una vez, las personas podrían verse abrumadas y, por tanto, perder el foco. Para los primeros días, lo mejor es realizar funciones rutinarias como contestar correos electrónicos pendientes, devolver llamados y ponerse al día con las noticias de la empresa.

Tener una actitud positiva: Lo esencial es llegar con energía y optimismo, pensando que el trabajo es la fuente fundamental para generar los recursos necesarios que le permitirán compartir con sus seres queridos las próximas vacaciones. Además, esto ayudará a volver más agradable el reencuentro con el trabajo, con la jefatura y los compañeros, quienes finalmente contribuirán en el proceso de adaptación.

Comunicación fluida con el grupo: El primer o segundo día es preciso mantener una reunión informal con los compañeros de trabajo para que informen de lo acontecido durante la ausencia. Esta primera toma de contacto posibilitará conocer de inmediato y de primera mano los temas más urgentes.

En general, "es importante proporcionar y entender de que hay un tiempo de adaptación a la rutina laboral. Estamos de acuerdo que volver al trabajo después de unas merecidas vacaciones no es un escenario atractivo para nadie, pero es más fácil cuando las empresas se preocupan de que el cambio no sea tan brusco", sostiene el gerente general de Trabajando.com, Álvaro Vargas.

Vacaciones de invierno en alza
Según una encuesta realizada por Trabajando.com en el mes de junio, el 66% de los trabajadores iba a pedir vacaciones en su empresa; de los cuales el 56% tomaría una semana y el 24% 14 días.

Ignacio González, gerente general de Mandomedio, indica que "esta tendencia aumenta año tras año y que el grupo está compuesto, generalmente, por madres y padres de niños y adolescentes que optan por acompañarlos en sus vacaciones escolares y universitarias, aprovechando panoramas de invierno y paquetes turísticos con precios convenientes".

"Nuestra sugerencia para quienes están insertos en el mundo laboral es que en el verano puedan tomarse sólo dos semanas de vacaciones y que guarden la tercera semana para que coincida con las vacaciones de invierno de los hijos o la puedan distribuir durante el año, de manera inteligente, con el objeto de sacar el máximo de provecho a los fines de semana largos que hay en el año", recomienda Benjamín Toselli, presidente ejecutivo de IT Hunter.

Fuente: Emol